Exposición de marionetas en el salón de actos, ALBARES

Luengas lenguas hacen falta para no trabalenguarse.
El que no tenga una luenga lengua bien podrá trabalenguarse
Y Rubén coge la marioneta y va detras de ella.
Cada vez que la ve, se asuta y se pone a llorar.
A la que no le ha gustado nada la marioneta ha sido a Celia.
Las marionetas estan muy logradas, muchisimo mejor que algunas que venden.