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ALBARES (Guadalajara)

chocolates riucord
Foto enviada por Cabrillanes

la edad de 65 años, mi padre se jubiló y cerró el negocio, ante la incompatibilidad de gestionar un negocio artesanal como una gran industria.
Guardo muy buenos recuerdos ya que durante catorce años fue mi escuela de aprendizaje del oficio de maestro chocolatero.
En esta fábrica él y mi abuelo, fabricaban el mejor chocolate y los mejores bombones, conservando siempre la calidad y la tradición artesanal en la elaboración.
En 1954 se casó con mi madre, Agustina Font Royo y nacimos mis hermanos Joaquim, Agustina, Albert y yo, Xavier Cordomí Font.
El hijo mayor, Joaquim Cordomí Guinart, mi padre, continuó en el oficio. Con 19 años ya estaba trabajando en la fábrica “Bombones Blasi” situada en la calle Peu de la Creu número 1, y en 1952 la compró y unificó las dos empresas (Chocolates Riucord y Bombones Blasi).
En 1929, a la edad de 31 años, se casó y tuvo tres hijos, Joaquim, Joan y Carmen.
El antiguo escritorio, junto con otros utensilios originales recuperados a lo largo de tantos años, que son auténticas piezas de museo, se pueden ver en la entrada actual del obrador.
Su despacho era un lugar de orden, lo tenía siempre todo muy bién organizado.
En sus chocolates ponía cromos y recuerdo que todo lo hacía muy artesanalmente. Toda la fábrica estaba envuelta de un olor a chocolate, que fue lo que me enamoró de este oficio tan dulce.
El chocolate que hacía era conocido por su buena calidad y entonces él, ya fabricaba chocolate sin azúcar, especial para diabéticos.
A partir de ese momento, la familia Rius se dedicó a la importación y elaboración de cacao y la familia Cordomí continuó con la producción de chocolate.

Joaquim Cordomí Vilanova (1898/1978), era conocido en el barrio como Quimet el chocolatero de Gracia. Vendía el chocolate en las panaderías y conoció a mi abuela, Carme Guinart Terrasa, en la panaderia que sus padres tenían en la calle Alfonso XII número 65.
Crearon el nombre de la fàbrica “Chocolates Riucord” uniendo los dos apellidos, Rius y Cordomí. El año 1935 fundaron otra fábrica de cacao a la que llamaron “Nederland”, en la calle Verdi.
Mi abuelo, segundo chocolatero de la familia Cordomí, tuvo que hacerse cargo del negocio, junto con sus primos Gabriel y Josep Maria Rius Vilanova.
los 36 años montó su fábrica de chocolate en la calle Salmerón 201-203 (ahora Gran de Gràcia) y le puso el nombre de “Chocolate a la piedra”.
Con 16 años, se compró su primer “metate” y el rodillo de piedra y se iva a las casas que le pedian para hacer el chocolate.