La chocolatería parisina de Jean-Paul Hévin es un lugar perfecto para tomar un delicioso té y con chocolates para todos los gustos. Destacan sus frutas con chocolate, golosinas y tartas. Rue du Faubourg St.-Honoré, 231, París.
Chocolatería Jean-Paul Hévin
La chocolatería de Michel Cluizel es la única de Nueva York que cuenta con licencia para vender alcohol, lo que la ha convertido en una de las más famosas. Además de los clásicos bombones, ofrece una variada gama de chocolates rellenos de coñac, tequila, champagne o wisky. Broadway, 888, Nueva York.
Chocolatería Michel Cluizel
La chocolatería Pierre Marcolini es un verdadero templo para los amantes del chocolate, y además de deliciosos bombones y tabletas con un elegante envoltorio, vende un helado de chocolate que merece la pena probar. Rue des Minimes, 1, Bruselas.
Chocolatería Pierre Marcolini
La tradición del chocolate se extiende por todo el mundo, y prueba de ello son las cientos de boutiques dedicadas en exclusiva a la gastronomía del cacao.