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ALBARES (Guadalajara)

castañera
Foto enviada por IR

Caperucita y Los Aves
Un viejecito, que buscaba en el sol tibieza para su invierno, le dijo dulcemente: Seca tus lagrimas, bonita, por que acabas de recibir una gran leccion: ahora ya sabes que no debe ponerse el corazón en cosas perecederas.
Pero pronto los dias empezaron a ser mas largos y los rayos de sol mas calidos... El muñeco se fundio sin dejar mas rastro de su existencia que un charquito con dos carbones y un boton rojo. La niña lloro con desconsuelo.
Le salio un niñito precioso, redondo, con ojos de carbon y un boton rojo por boca. La pequeña estaba entusiasmada con su obra y convirtio al muñeco en su inseparable compañero durante los tristes dias de aquel invierno. Le hablaba, le mimaba...
Hare un muñeco como el hermanito que hubiera deseado tener se dijo.
La hija del herrero, tomando puñados de nieve con sus manitas habiles, se entrego a la tarea de moldearla.
Habia dejado de nevar y los niños, ansiosos de libertad, salieron de casa y empezaron a corretear por la blanca y mullida alfombra recien formada.
El Muñeco de Nieve
El hombre sin moverse de donde estaba vio como se alejaba la mujer y abatido se dispuso a esperar que Dios en su Misericordia le proporcionara la manera de poder beber agua de aquel pozo...

Fin.
El hombre comentaba. Ella le dirigía alguna mirada asintiendo sus palabras... al final haciendo un último esfuerzo la mujer cogió por un asa la jarra, la descanso sobre el borde del pozo y recogió la cuerda, agarro la jarra mojada se la planto al costado y dirigiendo una mirada al hombre le dijo.-" Pues muy bien, estad con Dios.." y se marcho.
Yo he conocido pozos mucho mas grandes que este y he probado aguas salobres y otras mas dulces y parece mentira la gama de sabores que pueda tener el agua...
Mientras el hombre sentado al lado del pozo le contaba, lo mucho que había viajado y que había conocido todo tipo de pozos. La mujer de cuando en cuando se lo miraba sin dejar de sonreir... y tiraba y tiraba de la larga cuerda subiendo la jarra.
.-" Su paz sea contigo"Y la mujer sin decir nada, deslizo de sus manos la cuerda dentro del pozo y atada en un extremo la jarra, que hizo descender lentamente y con cuidado luego se oyó el chapoteo de la jarra al hundirse en el agua, entonces la mujer alargando el brazo, removió la cuerda para que se llenara el recipiente y empezó a tirar de ella hacia arriba con fuerza y cuidado.
Al verle allí sentado, con una sonrisa le saludó. - " La paz de Dios sea contigo"y el le respondió
Al poco rato, se aproximo una mujer con una jarra asentada en su cadera y una cuerda en la mano.