ALBARES (Guadalajara)

Mi Nancy y sus conjuntos, falda y camisa
Foto enviada por IR

Gracias a todas por haberme acompañado alguna vez al baño y servirme de perchero o tenedora de puerta!..... diselo a los hombres que siempre preguntan ¿Por qué tardaste tanto en el baño o por qué siempre las mujeres van acompañadas al baño...? Para que lo entiendan de una vez por todas…
ya que uno sólo tiene que concentrarse en mantener 'la posición' y la dignidad.

¡
Y esta es la razón por la que las mujeres vamos en grupo al baño, por solidaridad, ya que una te aguanta el bolso y el abrigo, la otra te sujeta la puerta, otra te pasa el kleenex por debajo de la puerta y así es mucho más sencillo y rápido.
' ¿Por qué tardaste tanto?'' te pregunta él ya aburrido.
'Había mucha cola' te limitas a decir.
En este momento ves a tu chico que entró y salió del baño de hombres
y encima le quedó tiempo de sobra para leer un libro de Borges mientras te esperaba.
El secador ni lo usas, es un trasto inútil así que terminas secándote las manos
en tus pantalones, porque no piensas gastar tu kleenex para eso y sales...
Todo esta lleno de agua así que no puedes soltar el bolso ni un segundo,
te lo cuelgas al hombro, no sabes cómo funciona el grifo con los sensores automáticos, así que tocas hasta que sale un chorrito de agua fresca,
y consigues jabón (si es que lo hay), te lavas en una posición de jorobado de Notredame para que no se resbale el bolso y quede debajo del chorro...
estás exhausta, cuando te paras ya no sientes las piernas, te acomodas la ropa rapidísimo y tiras la cadena tratando de tocarla lo menos posible, por si las enfermedades...
Entonces vas al lavabo.
Sin contar el garrón del portazo, el desnuque con la correa del bolso,
el sudor que corre por tu frente, la salpicada del chorro en las piernas...
el recuerdo de tu mamá, que estaría avergonzadísima si te viera así;
porque su culo nunca tocó el asiento de un baño público, porque francamente, 'tú no sabes qué enfermedades podrías agarrarte ahí'.
...
Ahí das por hecho que todas las que esperan en el exterior escucharon tu mensaje y ya puedes soltar la puerta sin miedo, nadie intentará abrirla de nuevo (en eso las mujeres nos respetamos mucho)
Y en cuanto la sueltas, alguien la empuja y tienes que frenar con un movimiento rápido y brusco,
mientras gritas OCUPAAADOOOO!
Para alejar de tu mente esa desgracia, buscas el rollo de papel higiénico peeero, nooo hayyyyyy...!
El rollo esta vacío...! (siempre) Entonces suplicas al cielo que entre los 5 kilos de cachivaches que llevas en el bolso haya un miserable kleenex,
pero para buscar en tu bolso tienes que soltar la puerta, dudas un momento, pero no hay más remedio....
Y por un fallo de cálculo en las distancias una salpicada finíííííísima del chorro te salpica en tu propio culo y te moja hasta las medias!
Con suerte no te mojas tus propios zapatos, y es que adoptar 'la posición' requiere una gran concentración.
Te encantaría sentarte, pero no tuviste tiempo de limpiar la taza ni la cubriste con papel, interiormente crees que no pasaría nada pero la voz de tu madre retumba en tu cabeza 'jamás te sientes en un inodoro público!', así que te quedas en 'la posición' con el tembleque de piernas...
y te pones en 'la posición'... Alivio...... AAhhhhhh.... por fin... Ahí es cuando tus muslos empiezan a temblar.... Porque estás suspendida en el aire, con las piernas flexionadas, las braguitas cortándote la circulación de los muslos, el brazo extendido haciendo fuerza contra la puerta y un bolso de 5 kg colgando de tu cuello.


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