De las tumbas parecían salir flotando extrañas y fantasmales figuras, nunca habían visto nada semejante. Querían correr pero sus piernas estaban endurecidas por el temor.
¡Una risa estremecedora sacudió el
cementerio! ¡Por fin los pequeños lograron reaccionar y salieron corriendo de aquel espantoso lugar!
Cuando estuvieron a salvo en sus hogares prometieron no contar a nadie lo que habían visto, pero a partir de aquella
noche jamás volvieron a burlarse de los que contaban historias sobre el
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