La ermita del pueblo, ABLANQUE

¡Cuántos recuerdos! Visitar la ermita cuando vas a tu pueblo es algo obligado, sobre todo si viajas en verano. Pides la llave y enciendes unas velas. Y rezas porque has regresado. De pequeña subía a tocar la campana con gran alegría y salía corriendo a oir el eco. Una delicia.
(10 de Octubre de 2009)