Mi querido Villamayor, dos semanas separan tu rostro de la realidad y mientras los recuerdos son el único imán que me lleva a tu aroma, mi alma nostálgica planea el reencuentro, más no será este fin de semana pues los planes un día desechos por el Destino sobrevuelan el nostálgico ego de mi memoria y nublan mi sonrisa unida a tu abrazo. Mas no temo mi querido pueblo, pues sé que pronto volveré a verte, dos semanas más y mis pies recorrerán tus calles, mis ojos conversarán con tus imágenes y mis pulmones aspirarán tu aroma pintando el recuerdo que hoy se va quedando más blanquecino que nunca.
Y las horas cómplices de un momento que vuela ahora en mi recuerdo, ensombrecen mi memoria dejando brisas de consuelo que se tornarán en vendabales el día de mi regreso... Y en tus calles resonarán las campanas este domingo, mas ese sonido un día amargo que tenía sabor a despedida podrá endulzar esta semana regalándome tu cuadro, pintando mi memoria de nuevo y dejándo mi alma sumergirse en la tuya formando una sola... Pero ahora, tan sólo cabe esperar a este domingo... Y aunque esta visita se torne fugaz, servirá para avivar tu rostro en mi mente y acallar los llantos de un alma nostálgica.
Mi querido pueblo, hasta el momento de nuestro encuentro en silencio te añoro y al voz alta te canto, para amenizar la espera que esta vez el Destino propuso más eterna. Hasta el ding-dong de tus campanas...
By YO (CARPE DIEM).
Y las horas cómplices de un momento que vuela ahora en mi recuerdo, ensombrecen mi memoria dejando brisas de consuelo que se tornarán en vendabales el día de mi regreso... Y en tus calles resonarán las campanas este domingo, mas ese sonido un día amargo que tenía sabor a despedida podrá endulzar esta semana regalándome tu cuadro, pintando mi memoria de nuevo y dejándo mi alma sumergirse en la tuya formando una sola... Pero ahora, tan sólo cabe esperar a este domingo... Y aunque esta visita se torne fugaz, servirá para avivar tu rostro en mi mente y acallar los llantos de un alma nostálgica.
Mi querido pueblo, hasta el momento de nuestro encuentro en silencio te añoro y al voz alta te canto, para amenizar la espera que esta vez el Destino propuso más eterna. Hasta el ding-dong de tus campanas...
By YO (CARPE DIEM).