Conozco Villaescusa y a buenos vecinos de la misma, soy conquense aunque exiliado en provincia muy lejano, no por eso dejo de sentir como propio lo que ocurre allí donde en algún momento fui bien recibido.
Veo que vuestro foro es poco activo, apenas hay comunicaciones ni debates y eso que las cosas y casas de Villaescusa dan para mucho.
Para reactivar el foro, aunque pudiera ser que para algunos no les caiga muy bien, quiero contaros algo que ya hace años me ocurrió visitando vuestro pueblo.
No se si fui invitado o por casualidad llegue en la festividad del Santo Cristo, en ida que se celebra una muy solemne procesión nocturna, este acto me causó un gran impresión y lo recogí en un escrito, que os trasmitiré seguidamente, el contenido de este escrito a mis anfitriones no les gusto nada de nada, yo creo que estuvo en un tris de que me retiraran palabra y saludo de por vida, afortunadamente no fue así, aunque se dió por olvidado el repetidamente relato que conoceréis seguidamente.
Yo os pido, y si eso sirva para iniciar el debate, vuestro sincera opinión, no importa que sea ácida, dulce, sincera, amarga o de mil modos con tal de que sirva para hilvanar esa intercomunicacion de pareceres tan enriquecedora.
Veo que vuestro foro es poco activo, apenas hay comunicaciones ni debates y eso que las cosas y casas de Villaescusa dan para mucho.
Para reactivar el foro, aunque pudiera ser que para algunos no les caiga muy bien, quiero contaros algo que ya hace años me ocurrió visitando vuestro pueblo.
No se si fui invitado o por casualidad llegue en la festividad del Santo Cristo, en ida que se celebra una muy solemne procesión nocturna, este acto me causó un gran impresión y lo recogí en un escrito, que os trasmitiré seguidamente, el contenido de este escrito a mis anfitriones no les gusto nada de nada, yo creo que estuvo en un tris de que me retiraran palabra y saludo de por vida, afortunadamente no fue así, aunque se dió por olvidado el repetidamente relato que conoceréis seguidamente.
Yo os pido, y si eso sirva para iniciar el debate, vuestro sincera opinión, no importa que sea ácida, dulce, sincera, amarga o de mil modos con tal de que sirva para hilvanar esa intercomunicacion de pareceres tan enriquecedora.