Mi abuelo era de
Uclés y alli dejó a casi toda su
familia. Hace muchos años que no he vuelto. Lo conocia perfectamente, he dormido en el
monasterio unos cuantos
veranos y tamabien en fines de semana, he pateado sus abuardillados,
salones, sotanos, almenas y
tejados al
anochecer, cogí y comí cangrejos del
rio, cordero a la parrilla en el
campo, he paseado por la
carretera comiendo pipas y charlando con
amigos y
amigas, he caminado por el campo y corrido tras las perdices, lo he recorrido subido en
... (ver texto completo)