Hola, Luisa. Buenas tardes paisanos de Saelices. Es la primera vez que escribo aquí, si bien entro algunas veces a leer vuestros comentarios. Mi ideología es de derechas y este año estoy muy ilusionda porque es la primera vez en mi vida que tengo derecho de voto. Todos los de mi familia me vuelven loca intentándome convencer de que vote a la actual alcaldesa, pero sinceramente viendo como está dejando morir el pueblo, no lo puedo permitir. Allá cada uno con sus ideologías. Dicen que en el pueblo se le vota a la persona y no al partido. Por eso, apreciada Luisa, cuenta con mi voto. Y cuenta con él porque a parte de estar convenciada de antemano, el que quiera entender que entienda y el que no que siga durmiendo. Cierto es, Luisa, que nunca he hablado contigo y apenas te conozco, porque por motivos de estudios voy poco por el pueblo. Pero también es verdad que desde la imparcialidad me han hablado muy bien de ti y de tus padres. Pero esta tarde y, después de leer tu misiva he sentido un impulso para decidirme a escribir, pues esa carta que escribes en este foro, como los comentarios que realizabas meses atrás, no lo hace ninguna persona inculta, mal intencionada y sin saber estar. Mira, Luisa, me has convencido más de lo que estaba. Porque clara tengo una cosa, y es que esa carta la has escrito tú, quien no necesita nadie para que la redacte o la corrija. Y además has tenido la sufiente gallardía de saltar al ruedo desde el más absoluto de los anonimatos. Además me gustaría decirte tambien que me ha agradado que "des la cara" y te presentes aquí en el foro ante todos los saeliceños. Es una pena, pero la otra no lo hace. Y también creo que han quedado suficientemente despejadas todas las dudas de que estamos ante una persona que sabe lo que quiere, que se sabe expresar, que habla con cultura, que apenas comete faltas de ortografía, que como decía antes no necesit a nadie que le prepare los discursos ni se los corrija. Vamos, tía, pero si hasta hablas de Antonio Machado. Ya me gustaría a mi preguntar a la inmensa mayoría de la gente del pueblo quién ese señor, a ver qué contestaban. Te deseo toda la suerte del mundo, porque creo que te la mereces y nosotros necesitamos alguien com tú. Ánimo. Un beso muy fuerte.