HISTORIAS Y LEYENDAS DE RADA DE HARO.
Segunda Parte, ALEJO Y ENEA.
Dice la historia que Alejo rondaba las veinte primaveras, venía este de allende los mares, de una tierra llamada Rhodos, esto ocurría antes de que JESUS naciera, muerta su madre de fiebres pusose este camino de Hispania en busca de su padre, el cual había embarcado hacía ya años en busca de mejores venturas.
Llevaba Alejo dos inviernos por diferentes comarcas, sin lograr noticias de su padre.Llegó Alejo a Rada cargado de desaliento sed y no poca hambre, decidió este pasar una tremporada de meditación, para de esta manera coger nuevos ánimos y bríos para reemprender la búsqueda.
Comprometiendose este ha desarrollar diferentes tareas, para un hacendado de Rada, era poseedor de ganados y bastantes tierras de labor este hacendado, la familia de este estaba compuesta dos hijos y una hija llamada Enea, todos ellos juntamente con ALEJO se repartían los diferentes trabajos de la hacienda.
En este punto del relato, dice Germán la voz de mi tio Andrés se tornó, cálida suave, las palabras fluían con claridad y convicción, cosa no habitual en el, nosotros escuchabamos con deleite.
Aquí acaba la segunda parte, continuará proximamente.
Sergiete.
Segunda Parte, ALEJO Y ENEA.
Dice la historia que Alejo rondaba las veinte primaveras, venía este de allende los mares, de una tierra llamada Rhodos, esto ocurría antes de que JESUS naciera, muerta su madre de fiebres pusose este camino de Hispania en busca de su padre, el cual había embarcado hacía ya años en busca de mejores venturas.
Llevaba Alejo dos inviernos por diferentes comarcas, sin lograr noticias de su padre.Llegó Alejo a Rada cargado de desaliento sed y no poca hambre, decidió este pasar una tremporada de meditación, para de esta manera coger nuevos ánimos y bríos para reemprender la búsqueda.
Comprometiendose este ha desarrollar diferentes tareas, para un hacendado de Rada, era poseedor de ganados y bastantes tierras de labor este hacendado, la familia de este estaba compuesta dos hijos y una hija llamada Enea, todos ellos juntamente con ALEJO se repartían los diferentes trabajos de la hacienda.
En este punto del relato, dice Germán la voz de mi tio Andrés se tornó, cálida suave, las palabras fluían con claridad y convicción, cosa no habitual en el, nosotros escuchabamos con deleite.
Aquí acaba la segunda parte, continuará proximamente.
Sergiete.