HISTORIAS Y LEYENDAS DE RADA DE HARO.
Cuarta Parte ALEJO Y ENEA.
Alejo en todo este tiempo mantuvo un comportamiento sin tacha, ha pesar de lo cual el padre de Enea no consentía la conversación entre este y su hija, a la cual prometió sin pedirle parecer a otro portentoso hacendado, poseedor de almazara y cuantiosas tierras de labor.
Culminada su obra Alejo la ubicó como señal de amor a Enea justamente a mitad de camino de donde se producían sus furtivas miradas de amor y deseo, se cree que el lugar donde colocó la estatua, es donde actualmente se encuentra la fuente.
El traslado de tan enorme mole, fué tarea larga, pesada y laboriosa, se contó con la ayuda de no menos de trescientas personas, de variada edad y condición, catorce yuntas de caballerias varias, más de veinte galeras de paja y otras tantas de leña, dos docenas de troncos, cuerdas no fueron suficientes todas las de la aldea, y se hubieron de emplear treinta arrobas de esparto para realizar las cuerdas necesarias, se le calculaba un peso superior a mil doscientas arrobas y la cabeza media cerca de tres metros de circunferencia.
Continuará.
Sergiete.
Cuarta Parte ALEJO Y ENEA.
Alejo en todo este tiempo mantuvo un comportamiento sin tacha, ha pesar de lo cual el padre de Enea no consentía la conversación entre este y su hija, a la cual prometió sin pedirle parecer a otro portentoso hacendado, poseedor de almazara y cuantiosas tierras de labor.
Culminada su obra Alejo la ubicó como señal de amor a Enea justamente a mitad de camino de donde se producían sus furtivas miradas de amor y deseo, se cree que el lugar donde colocó la estatua, es donde actualmente se encuentra la fuente.
El traslado de tan enorme mole, fué tarea larga, pesada y laboriosa, se contó con la ayuda de no menos de trescientas personas, de variada edad y condición, catorce yuntas de caballerias varias, más de veinte galeras de paja y otras tantas de leña, dos docenas de troncos, cuerdas no fueron suficientes todas las de la aldea, y se hubieron de emplear treinta arrobas de esparto para realizar las cuerdas necesarias, se le calculaba un peso superior a mil doscientas arrobas y la cabeza media cerca de tres metros de circunferencia.
Continuará.
Sergiete.