Poema dedicado a JOSE LUIS Y AL ESPECTADOR, que sé de buena tinta, que les gustaba pasear por los montes de Rada.
Un día que estaba triste.
Mi mirada sin color.
Volví la mente a mi infancia.
Para encontrarme mejor.
Me imaginé en el CALVARIO.
Mirando el salir del SOL.
Llenandome los pulmones.
De aromas de espliego en flor.
El aire con su perfume.
Del tomillo en su esplendor.
Acariciaba mi cara.
Con suavidad que primor.
Así pasaban los días.
Entre amigos de niñez.
Jugando con todos ellos.
Por allende por doquier.
Me siento otra vez niño.
Si cabe con más ilusión.
De contemplar en el CALVARIO.
El explendor de aquel Sol.
Un abrazo.
Sergiete.
Un día que estaba triste.
Mi mirada sin color.
Volví la mente a mi infancia.
Para encontrarme mejor.
Me imaginé en el CALVARIO.
Mirando el salir del SOL.
Llenandome los pulmones.
De aromas de espliego en flor.
El aire con su perfume.
Del tomillo en su esplendor.
Acariciaba mi cara.
Con suavidad que primor.
Así pasaban los días.
Entre amigos de niñez.
Jugando con todos ellos.
Por allende por doquier.
Me siento otra vez niño.
Si cabe con más ilusión.
De contemplar en el CALVARIO.
El explendor de aquel Sol.
Un abrazo.
Sergiete.