JAVIER VALENZUELA
18/05/2007
Parábola del presidente y la espía
Gallardón da la impresión de escurrir el bulto Alberto Ruiz Gallardón no ha respondido en el debate de los tres principales candidatos a la alcaldía de Madrid a la pregunta clara y directa que le ha formulada Miguel Sebastián: "¿Ha mantenido alguna relación con alguna de las personas implicadas en la Operación Malaya acerca de actuaciones urbanísticas en la ciudad de Madrid?" ésta es la parábola.
Un presidente sostiene relaciones "personales" con la espía de una potencia extranjera. En el transcurso de esas relaciones, el presidente revela por descuido algunos asuntos secretos. La espía los transmite a su central, como es su obligación. Tras ser detenida la espía, alguien descubre sus relaciones con el presidente y le pregunta al mandatario: "¿Tiene usted algún vínculo con algún agente de servicios secretos extranjeros?". El presidente responde indignado: "!Se está inmiscuyendo en mi vida privada, lo que está haciendo usted es vergonzoso!". La mayoría de sus compatriotas le da la razón al presidente: "Es un escándalo que le hayan preguntado por un tema íntimo".
Moraleja: al presidente se le pueden escapar secretos de Estado que lleguen a las manos de una potencia extranjera… siempre y cuando lo haga a través de una mujer con la que sostiene una "relación" (cabe imaginar que si es bella, mejor aún). En ese caso, se trata de un asunto "personal", sobre el que nadie tiene derecho a indagar. El que lo intente es un miserable. En cambio, si el agente extranjero fuera, por ejemplo, un señor barbudo con el que el presidente no tiene particulares relaciones "personales", estaríamos ante un caso potencialmente gravísimo para la seguridad del Estado. Curioso, ¿no?
18/05/2007
Parábola del presidente y la espía
Gallardón da la impresión de escurrir el bulto Alberto Ruiz Gallardón no ha respondido en el debate de los tres principales candidatos a la alcaldía de Madrid a la pregunta clara y directa que le ha formulada Miguel Sebastián: "¿Ha mantenido alguna relación con alguna de las personas implicadas en la Operación Malaya acerca de actuaciones urbanísticas en la ciudad de Madrid?" ésta es la parábola.
Un presidente sostiene relaciones "personales" con la espía de una potencia extranjera. En el transcurso de esas relaciones, el presidente revela por descuido algunos asuntos secretos. La espía los transmite a su central, como es su obligación. Tras ser detenida la espía, alguien descubre sus relaciones con el presidente y le pregunta al mandatario: "¿Tiene usted algún vínculo con algún agente de servicios secretos extranjeros?". El presidente responde indignado: "!Se está inmiscuyendo en mi vida privada, lo que está haciendo usted es vergonzoso!". La mayoría de sus compatriotas le da la razón al presidente: "Es un escándalo que le hayan preguntado por un tema íntimo".
Moraleja: al presidente se le pueden escapar secretos de Estado que lleguen a las manos de una potencia extranjera… siempre y cuando lo haga a través de una mujer con la que sostiene una "relación" (cabe imaginar que si es bella, mejor aún). En ese caso, se trata de un asunto "personal", sobre el que nadie tiene derecho a indagar. El que lo intente es un miserable. En cambio, si el agente extranjero fuera, por ejemplo, un señor barbudo con el que el presidente no tiene particulares relaciones "personales", estaríamos ante un caso potencialmente gravísimo para la seguridad del Estado. Curioso, ¿no?