BORJA MARíA ZALLANA DE LOS ACEBOS
02/06/2007
Rajoy, el número uno de los segundones
Nadie lo sabe mejor que Mariano: si algo le sobra al PP son números dos. Y esto, lejos de las connotaciones negativas que alguien pueda malinterpretar, es una virtud mucho más que un defecto. Se encuentra en la misma génesis de un partido creado a imagen y semejanza de su líder.
Del mismo modo que el franquismo no se puede entender sin Franco o Alianza Popular sin Manuel Fraga, el PP no puede existir sin José María Aznar. De todos es sabido (sé que no es así, pero me viene bien la frase hecha), que así como la izquierda española ha sido esencialmente francófila, la derecha ha gustado de mirarse en el espejo de lo anglosajón. Y es de esa tradición anglosajona de donde nace, precisamente, la norma de sucesión en el liderazgo del partido, impuesta, como no podía ser de otra forma, por su único número uno. De la misma manera que los reyes ingleses prometen mantener la corona hasta el regreso del rey Arturo, Mariano juró el cargo hasta el retorno de Aznar y.
Luego no sólo Gallardón, Zaplana, Acebes o Esperanza son excelentes segundones, sino que el propio Mariano es el mejor de todos ellos, ya que él fue el elegido en primer lugar para ser el número dos.
Día, y no muy lejano, llegará en el que veremos el triunfante regreso a la calle Génova de Aznar y. No empuñando a Excalibur, sino a la más castiza de las espadas del Cid, La Tizona. ¿Acaso creen que la Junta de Castilla León se acaba de gastar más de un millón y medio de euros en su compra, para su simple exposición en la catedral de Burgos?
02/06/2007
Rajoy, el número uno de los segundones
Nadie lo sabe mejor que Mariano: si algo le sobra al PP son números dos. Y esto, lejos de las connotaciones negativas que alguien pueda malinterpretar, es una virtud mucho más que un defecto. Se encuentra en la misma génesis de un partido creado a imagen y semejanza de su líder.
Del mismo modo que el franquismo no se puede entender sin Franco o Alianza Popular sin Manuel Fraga, el PP no puede existir sin José María Aznar. De todos es sabido (sé que no es así, pero me viene bien la frase hecha), que así como la izquierda española ha sido esencialmente francófila, la derecha ha gustado de mirarse en el espejo de lo anglosajón. Y es de esa tradición anglosajona de donde nace, precisamente, la norma de sucesión en el liderazgo del partido, impuesta, como no podía ser de otra forma, por su único número uno. De la misma manera que los reyes ingleses prometen mantener la corona hasta el regreso del rey Arturo, Mariano juró el cargo hasta el retorno de Aznar y.
Luego no sólo Gallardón, Zaplana, Acebes o Esperanza son excelentes segundones, sino que el propio Mariano es el mejor de todos ellos, ya que él fue el elegido en primer lugar para ser el número dos.
Día, y no muy lejano, llegará en el que veremos el triunfante regreso a la calle Génova de Aznar y. No empuñando a Excalibur, sino a la más castiza de las espadas del Cid, La Tizona. ¿Acaso creen que la Junta de Castilla León se acaba de gastar más de un millón y medio de euros en su compra, para su simple exposición en la catedral de Burgos?