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LOS HINOJOSOS: Pobre Rajoy, agotado bailarín de una yenka imposible!...

Pobre Rajoy, agotado bailarín de una yenka imposible!

Mientras reaparece Rato, el Supremo pincha el globo de otra falacia pepera

Malos tiempos para Mariano Rajoy. La esperanza blanca de la derecha civilizada anunció que regresaba a Madrid y lo primero que hizo Rodrigo Rato fue pasarse por el forro de sus efemeis la ley mediática que dictó hace unos meses –de forma solemne- Rajoy, tal como hemos señalado en elplural.com. Fue aquella la ley del boicot a Prisa, decretada como respuesta al alegato de Jesús de Polanco contra el PP, al que el hombre fuerte de El País acusó en la junta general de accionistas de su empresa de partido heredero del franquismo y, por tanto, guerracivilista. Rato se ha cargado esa ley de un plumazo.

¡Pobre Rajoy! Vuelve Rato y sólo concede una entrevista al diario de Polanco, precisamente, el medio más emblemático del Grupo Prisa. La verdad es, sin embargo, que El Mundo hizo diana ayer con el siguiente subtítulo: “En el PP afirman que se le recibirá “con los brazos abiertos”, pero él sólo piensa volver a la primera línea si se lo pide el partido”. O César o nada. O líder o nada. O candidato a la presidencia del Gobierno o nada.

Extraña mezcolanza
Rato no necesita volver a la primera línea del PP. Desde que él se marchó al FMI no ha habido en el PP primera línea. Únicamente ha habido una extraña mezcolanza de aznarismo, maricomplejismo y un Rajoy errático, empeñado en sostener una cosa y, al mismo tiempo, la contraria. Mientras, ángel Acebes y Eduardo Zaplana transitaban penosamente por el túnel del tiempo, pretendiendo ignorar estúpidamente que fue el PSOE el que ganó las elecciones del 14-M del año 2004.

Adiós a la farsa
El retorno de Rato ha dejado al rey desnudo. Con una mano pudorosamente delante y otra, detrás. Se ha de acabar la farsa. Se ha de terminar con la demencia sistemática y persistente a la hora de hacer política. Ni Jiménez Losantos, ni Alcaraz, ni Mikel Buesa, ni la FAES. Ni la travesti Rosa Díez ni el Cristo de Medinaceli. A la derecha española le sobran tahúres y le faltan políticos con la cabeza bien amueblada.

Como Nerón
¡Pobre Rajoy! Permitió y, por supuesto, alentó la despreciable leyenda de la persecución a los militantes del PP y, de paso, a los católicos. Los tres policías –presentados como si fueran de las SS de ZP, ¡manda huevos!-, que intervinieron en la versallesca detención/breve retención de dos militantes del PP, matrimonio al parecer feliz, por otra parte, fueron insultados, masacrados, vituperados y calumniados. A José Bono se le pudo abroncar por los fanáticos de la AVT y hasta agredir o casi. Pero, en aquellos días infaustos, repetían desde la COPE y la prensa amiga, que el Gobierno de Zapatero era homologable al de Nerón en Roma.

El muro de Berlín
¡Pobre Rajoy! Se acabó la burda leyenda de los malos policías acosando a los desvalidos militantes del PP. Hace años que se cayó el muro de Berlin. Y, mucho antes, murió Franco. Zapatero yerra, naturalmente. No es un dios. Es por suerte humano. Pero calificarlo de tirano o de totalitario sólo certifica que en este país, la derecha de Aznar y Rajoy continúa asilvestrada. El Supremo ha dictado sentencia. Los policías del caso Bono son inocentes. ¿Quién o quiénes son los culpables?

Derecha, derecha, extrema, extrema
¡Pobre Rajoy, agotado bailarín de una yenka imposible! En su caso no va de la derecha a la izquierda, y un, dos tres. La yenka de Rajoy va de la derecha, derecha, a la extrema, extrema, y un, dos, tres. Pero lo peor de Rajoy es que hace demasiado tiempo que políticamente perdió la ética. Y ahora no le queda ni la estética. En el escenario reaparece Rato, mientras el Supremo pincha el globo de otra falacia pepera. ¡Pobre Rajoy!