Rajoy tiene que cambiar de disco
Desde que Mariano Rajoy salió del Palacio de La Moncloa, después de celebrar su última reunión con el presidente del Gobierno, no ha habido más que buenas noticias relacionadas con el terrorismo. No porque él haya tenido que ver, sino porque las policías francesas y españolas han sido extraordinariamente eficaces, cosechando una labor de inteligencia llevada a cabo durante la tregua. Sin embargo, al líder del PP las buenas noticias sobre la lucha antiterrorista parece que le contrarían, porque a mayor eficacia policial, mayores críticas al Gobierno. Luego, salen espontáneos de su partido buscando notoriedad en el universo de los despropósitos: han llegado a decir que el presidente abrió el proceso de negociación para fortalecer a ETA…
La conducta del PP tiene difícil explicación y mucho más todavía en términos electorales. Si la eficacia no promueve felicitaciones, sino crítica, ¿qué están esperando los líderes del PP? Hay algunas cosas que son difícilmente discutibles. La primera de ellas es que ETA está desesperada por matar. Cada nueva detención es el testimonio de esas siniestras intenciones. Hasta ahora hemos tenido eficacia y suerte: ¿durará mucho? No es tan difícil matar; tenemos que estar preparados para lo peor. Pero el sentido común indica que la respuesta a un atentado debe promover unidad aunque solo sea para que los terroristas no obtengan el rédito que buscan: la división y el desistimiento de la sociedad.
La segunda cosa que también parece evidente es que el PP no ha rectificado su política aunque las condiciones sean distintas. Si, como dice, a lo que se oponían era a la negociación con ETA, ¿por qué siguen en la misma posición ahora que no solo no hay negociación sino una extraordinaria escenificación de firmeza por parte del Gobierno?
Solo albergo la secreta esperanza de que el malabarismo económico anunciado por Mariano Rajoy sobre la reducción de impuestos sea el síntoma de que está buscando otros motivos políticos de recambio a su obsesión antiterrorista. Con lo mal que le fue en el debate del Estado de la Nación, le aconsejaría que cambiara cuanto antes de disco porque el que tiene está tan rayado que es imposible escuchar nada.
Desde que Mariano Rajoy salió del Palacio de La Moncloa, después de celebrar su última reunión con el presidente del Gobierno, no ha habido más que buenas noticias relacionadas con el terrorismo. No porque él haya tenido que ver, sino porque las policías francesas y españolas han sido extraordinariamente eficaces, cosechando una labor de inteligencia llevada a cabo durante la tregua. Sin embargo, al líder del PP las buenas noticias sobre la lucha antiterrorista parece que le contrarían, porque a mayor eficacia policial, mayores críticas al Gobierno. Luego, salen espontáneos de su partido buscando notoriedad en el universo de los despropósitos: han llegado a decir que el presidente abrió el proceso de negociación para fortalecer a ETA…
La conducta del PP tiene difícil explicación y mucho más todavía en términos electorales. Si la eficacia no promueve felicitaciones, sino crítica, ¿qué están esperando los líderes del PP? Hay algunas cosas que son difícilmente discutibles. La primera de ellas es que ETA está desesperada por matar. Cada nueva detención es el testimonio de esas siniestras intenciones. Hasta ahora hemos tenido eficacia y suerte: ¿durará mucho? No es tan difícil matar; tenemos que estar preparados para lo peor. Pero el sentido común indica que la respuesta a un atentado debe promover unidad aunque solo sea para que los terroristas no obtengan el rédito que buscan: la división y el desistimiento de la sociedad.
La segunda cosa que también parece evidente es que el PP no ha rectificado su política aunque las condiciones sean distintas. Si, como dice, a lo que se oponían era a la negociación con ETA, ¿por qué siguen en la misma posición ahora que no solo no hay negociación sino una extraordinaria escenificación de firmeza por parte del Gobierno?
Solo albergo la secreta esperanza de que el malabarismo económico anunciado por Mariano Rajoy sobre la reducción de impuestos sea el síntoma de que está buscando otros motivos políticos de recambio a su obsesión antiterrorista. Con lo mal que le fue en el debate del Estado de la Nación, le aconsejaría que cambiara cuanto antes de disco porque el que tiene está tan rayado que es imposible escuchar nada.