Curiosa la comparativa de la tauromáquia y el vino.Pero siguiendo con el debate, creo que la corná ya no la han metio, y sin ponerme de un lado o de otro en esta disusión, pienso que el problema no es del enólogo o de la reactora (como diría mi abuela), el problema nos implica a todos los socios, como bien ha comentado Mario (un saludo), debido a que de nada sirve ponernos todos a "vocear" en la puerta de la bodega cuando estamos en campaña, y cuando se acaba la vendimia parece que desaparecen los problemas, por favor¡¡¡, cierto es que mucha gente tiene un velo tapándole los ojos. Si ahora el vino se vendiera muy bien y caro, y se redujeran ciertos costes de elaboración que nadie entiende de los cuales estaríamos hablando más tiempo, nadie se acordaría si la bodega la cerraron un día o dos.Señores esto es un gestión continuada durante todo el año, y la implicación del socio por su producto debe ser diaria, y entender que la cooperativa somos todos y no se gestiona como una empresa privada.Por cierto, gracias por colaborar, a todos aquellos que fueron a vendimiar en días de cierre de bodega, por participar en una busqueda de calidad de nuestro vino. Hay se demuestra todo. Gracias.