Hoy se celebra el día de San Miguel Arcangel, eran las fiestas de Huelves , de las cuales quiro hacer un pequeño resumen para los que no las conocieran que tengan una idea de como se celebraban y los que si las conocieron, que recuerden el pasado:
Desde bastantes días antes, las mujeres hacían la limpieza en las casas y encalaban las fachadas; los huéspedes tenían que ver todo a punto. El día 7 víspera, sobre la cinco de la tarde, mozas, mozos, niños y autoridades bajaban a la estación pues en el tren llagaba la banda de música de Gascueña, una vez en tierra y previos saludos, con su director al frente(el Sr. Aurelio), comenzaban a entonar alegres pasacalles hasta llegar al pueblo, donde eran recibidos por los que se habían quedado, todos juntos después, de pasar por la Calle Mayor, llegaban hasta la Plaza lugar oficial de celebración de las fiestas. En la plaza se bailaba durante los tres días que duraban y la verdad, tengo que decir que en mi opinión, superaban ampliamente a las de hoy. Era obligatorio estrenar traje, (para eso estaba el ¨sastrecillo¨ de Carrascosa), vestido y zapatos según fueses hombre o mujer (¡que horror, bailar con zapatos nuevos...¡ Los músicos de Gascueña eran habituales, cada familia tenía asignado su músico, uno de éllos decidió quedarse en Huelves, pregúntenle a Lorenza. A veces durante las actuaciones musicales, recuerdo que el Sr.Aurelio abandonaba la dirección de la banda y se alejaba hasta la puerta de Vicente para compartir con los amigos, entonces el Tio Macario (alcalde), con la gracia que le caracterizaba tomaba la batuta y dirigia sabiamente a la banda entre las risas y aplausos de los concurrentes. También era habitual el acordeonista Antonio, apodado ¨Cantares¨, sin este hombre las fiestan no huebieran tenido ningún sabor: él solo se bastaba para hacer bailar a la gente hasta altas horas de la noche; como dato les diré que se acompañaba dando ¨zapatazos¨ con su enorme pie y que los mozos sabedores de este asunto le sujetaban haciéndole perder el compás. (Tres días de baile, veinticinco pesetas, en el diminuto salón de casa de Zamudio.)¿Como cabían alli tantas personas?. Las madres guardaban a sus hijas...
Se celebraba la solemne Misa en honor de San Miguel, (¡ que nombre más bonito¡, ( el sermón corría a cargo de Don José María, párroco de Tarancón), amenizada por la banda de música. Después por la tarde, el Santo era sacado en procesión. Venían a las fiestas, el ¨Chato, con su puesto de almendras, los polvoristas de Tarancón, (Bernardo les colocaba los palos), a veces ¨Capirel¨con su piano, tenía lugar el clásico partido de fútbol, (recuerdas Franciso que un año por cada gol del equipo de casa la banda tocaba una ¨pieza¨...
Cuando finalizaban las fiestas todo volvía a la normalidad y a esperar hasta el mes de septiembre, el pueblo quedaba triste...
¡Viva San Miguel Arcángel¡
Saludos Huelves.
Desde bastantes días antes, las mujeres hacían la limpieza en las casas y encalaban las fachadas; los huéspedes tenían que ver todo a punto. El día 7 víspera, sobre la cinco de la tarde, mozas, mozos, niños y autoridades bajaban a la estación pues en el tren llagaba la banda de música de Gascueña, una vez en tierra y previos saludos, con su director al frente(el Sr. Aurelio), comenzaban a entonar alegres pasacalles hasta llegar al pueblo, donde eran recibidos por los que se habían quedado, todos juntos después, de pasar por la Calle Mayor, llegaban hasta la Plaza lugar oficial de celebración de las fiestas. En la plaza se bailaba durante los tres días que duraban y la verdad, tengo que decir que en mi opinión, superaban ampliamente a las de hoy. Era obligatorio estrenar traje, (para eso estaba el ¨sastrecillo¨ de Carrascosa), vestido y zapatos según fueses hombre o mujer (¡que horror, bailar con zapatos nuevos...¡ Los músicos de Gascueña eran habituales, cada familia tenía asignado su músico, uno de éllos decidió quedarse en Huelves, pregúntenle a Lorenza. A veces durante las actuaciones musicales, recuerdo que el Sr.Aurelio abandonaba la dirección de la banda y se alejaba hasta la puerta de Vicente para compartir con los amigos, entonces el Tio Macario (alcalde), con la gracia que le caracterizaba tomaba la batuta y dirigia sabiamente a la banda entre las risas y aplausos de los concurrentes. También era habitual el acordeonista Antonio, apodado ¨Cantares¨, sin este hombre las fiestan no huebieran tenido ningún sabor: él solo se bastaba para hacer bailar a la gente hasta altas horas de la noche; como dato les diré que se acompañaba dando ¨zapatazos¨ con su enorme pie y que los mozos sabedores de este asunto le sujetaban haciéndole perder el compás. (Tres días de baile, veinticinco pesetas, en el diminuto salón de casa de Zamudio.)¿Como cabían alli tantas personas?. Las madres guardaban a sus hijas...
Se celebraba la solemne Misa en honor de San Miguel, (¡ que nombre más bonito¡, ( el sermón corría a cargo de Don José María, párroco de Tarancón), amenizada por la banda de música. Después por la tarde, el Santo era sacado en procesión. Venían a las fiestas, el ¨Chato, con su puesto de almendras, los polvoristas de Tarancón, (Bernardo les colocaba los palos), a veces ¨Capirel¨con su piano, tenía lugar el clásico partido de fútbol, (recuerdas Franciso que un año por cada gol del equipo de casa la banda tocaba una ¨pieza¨...
Cuando finalizaban las fiestas todo volvía a la normalidad y a esperar hasta el mes de septiembre, el pueblo quedaba triste...
¡Viva San Miguel Arcángel¡
Saludos Huelves.