Tampoco hay que exagerar, Garcinarro me recuerda a mi juventud, a las meriendas que hacíamos en "el pozo", a los baños en la piscina de Jabalera, a los paseos al cementerio (por la noche), los bailes en la puerta de Yolanda o en la plaza, a los chicos de Mazarulleque, etc. Un beso para "las gorrinas" y "las teleñecas". L.B.O.