Compramos energía a futuro

ENGUIDANOS: El burro ha sido por mucho tiempo símbolo de ignorancia....

El burro ha sido por mucho tiempo símbolo de ignorancia. Algunos ejemplos se pueden encontrar en Sueños de una noche de verano de Shakespeare y en numerosas fábulas. Pinocho es otro ejemplo claro, en donde los niños que visitaban La isla de los juegos se convertian en asnos por dejar los estudios y conocimientos a un lado por la diversion y la jauja. Por este motivo se le da el calificativo peyorativo de burro o asno a una persona ignorante o de poca inteligencia.
Hay quién como Narciso se cree tan bello que de mirarse tanto en el lago se ahoga en él. Hay quien no distingue la cultura de la ignorancia, y sumido en su ignorancia, se ahoga en ella.

Desde comienzos de la historia, los burros han sido utilizados en Europa y Asia occidental para trasladar cargas, tirar de carros y transportar personas. A pesar de no ser tan rápidos como el caballo, tienen una larga vida, su mantenimiento es menos costoso, tienen una gran resistencia y son ágiles en caminos deteriorados. Continúan siendo de crucial importancia económica en muchos países en vías de desarrollo.

Los burros tienen una larga reputación por su terquedad, pero esto se debe a la malinterpretación de algunas personas de su instinto de conservación altamente desarrollado. Es difícil forzar a un burro a hacer algo que contradice sus propios intereses. Son animales inteligentes, cautelosos, amistosos, juguetones e interesados en aprender. Una vez que se haya ganado su confianza pueden ser buenos compañeros en trabajo y recreación; por esta razón ahora son comúnmente conservados como mascotas en algunos países, en donde su uso como animales de carga ha desaparecido. También son populares por pasear niños en algunos lugares turísticos y de recreación.

En países prósperos el bienestar de los burros, tanto en su casa como en el exterior, se ha vuelto recientemente una preocupación y se han instalado algunos santuarios para burros veteranos.

Ya quisiera alguno ser como los burros o tener la dignidad que estos animales se merecen. Hay quien no le llega ni a la sombra de sus pezuñas.