Cuarta de las siete
capillas que rodean la cara externa de la
Capilla Mayor. Situada justo en el centro de la girola, en el Trasaltar, esta obra conocida como el Transparente, está inspirada en la que existe en la
Catedral de
Toledo. Proyectada por Ventura Rodríguez en el año 1752, la ejecución fue realizada entre 1753 y 1760 por Eugenio González y Pedro Ignacio Incharraundiaga. Las
esculturas son del valenciano Francisco Vergara (siglo XVIII), mientras que los mármoles fueron trabajados por Blas de Renteria, los bronces y
rejas son de Pedro Lázaro, Pedro Verda y Pedro Martinengo.
En la parte superior del
Altar y ocupando el
frontón partido, vemos esculturas en mármol blanco de dos virtudes teologales, la Caridad sobre el frontón partido de la derecha y la Esperanza en el extremo izquierdo. En el centro del frontón un ángel en bronce que lleva una cartela que dice: "Julianus est nomen eius" (Julián es su nombre). En la parte alta del Altar un óculo en cuyo centro se puede ver un
escultura de la tercera virtud teologal, la Fe. Este óculo es el que permite la entrada de luz que iluminaba la urna con los restos de
San Julián.
En el centro del Altar tres grandes paneles en mármol narran episodios de la vida de San Julián. En el centro el
santo recibe
la palma de santidad de la mano de la
Virgen, a la derecha el bautismo del santo y a la izquierda el santo con la cesta de mimbre y a su lado San Lesmes. En este último panel, pero en segundo plano la representación de uno de los milagros que se le atribuyen (la aparición de unos mulos cargados de grano en una época de hambruna).
Los restos de San Julián fueron trasladados a esta capilla desde la Capilla Vieja de San Julián en 1760. La urna que hoy existe está vacía, ya que la urna original que era de plata fue fundida durante la Guerra Civil Española y los restos del santo quemados en el
patio del
Palacio Arzobispal.