Las
casas colgadas de
Cuenca son el verdadero icono de la ciudad.
Edificios de los que la primera noticia documental data del año 1481.
Son viviendas entramadas, comunicadas interiormente, situadas en el borde de la Hoz del
río Huecar. También son conocidas como Casas colgantes, ya que sus grandes
balcones de madera se asoman en la pared vertical hacia el río Huecar.
Son casas de tres o cuatro plantas, realizadas en la parte inferior con mampostería y la superior con el popular entramado de madera. Hoy en día se conservan tres, aunque antiguamente existían más, la llamada
Casa de la Sirena y las dos Casas del Rey, en donde se hospedaban los monarcas en su visita a la ciudad (hoy las tres propiedad son del
ayuntamiento.)
Gracias a estas casas y a la magnífica
catedral gótica la ciudad amurallada de Cuenca fue declarada en 1996 Patrimonio de la humanidad.