14 DE JULIO 1930 Nº 417
A poco de pasar un puente de hierro sobre el Cabriel, marchando desde Cardenete en dirección a Mira, aparecen las ruinas de una esbelta torre y otros restos de fortificación-magníficamente emplazados- dominando el caserío de Víllora, apiñado a la izquierda de la carretera.
Este castillo-y el de Huélamo con sus términos y dehesa de “La Serna” que compraron luego a la Orden de Santiago-perteneció a la familia de los Stú-ñigas, condes de Plasencia. Poseyéndolo en 1553 los ... (ver texto completo)
A poco de pasar un puente de hierro sobre el Cabriel, marchando desde Cardenete en dirección a Mira, aparecen las ruinas de una esbelta torre y otros restos de fortificación-magníficamente emplazados- dominando el caserío de Víllora, apiñado a la izquierda de la carretera.
Este castillo-y el de Huélamo con sus términos y dehesa de “La Serna” que compraron luego a la Orden de Santiago-perteneció a la familia de los Stú-ñigas, condes de Plasencia. Poseyéndolo en 1553 los ... (ver texto completo)