Se dice que hace muchos años, algunos mozos del pueblo, en represalia por algo qwue habían hecho los de La Puebla, les robaron un carro por la noche y rodando lo trajeron hasta detrás del Calvario. Cuando la Guardia Civil hizo averiguaciones, preguntaba a los mozos reunidos: ¿Cómo habrán podido llevar el carro hasta allí sin dejar rodadas en el suelo? Y un mozo contestó: Pues muy fácil. Quitando las ruedas al carro y llevándolo a hombros. Y este mozo incauto cargó con la culpa del robo del carro. ¿Fue verdad, o es cuento? Quien lo sepa, que por favor lo diga. Feliz Navidad, gangorros y gangorras.