A la madrileña que nació en 1.961, decirle que yo también soy de su "quinta" y que recuerdo perfectamente la imagen de las barcas. Fué una época maravillosa. En la escuela nos daban leche en polvo primero, que se hacía en el patio en un lebrillo grande. Después pasamos a los botellines Clesa, que por cierto, seguían estando en el patio de la escuela, llenos de cal de enjalbegar, cuando finalicé 8º.
Y cuando llegaba las fiestas venían, además de las citadas barcas, el famoso "trenillo", que se instalaba en la placeta o "plazoleta". Y que las personas que lo montaban se alojaban en casa de Morales, casa que hace esquina la calle Cervantes con la de Gonzalo de Córdoba.
Y volviendo a las barcas hay que ver con qué agilidad y destreza se colgaban de las mismas para frenarlas. Previamente, habían regado el suelo donde se desarrollaban estas escenas, y el personal se había lavado y con un peinecillo se "maqueaban" los cabellos. Al menos así recuerdo yo esas escenas.
Así que querida paisana y quinta mía, compartimos momentos muy agradables de los que, a Dios gracias, parece que no olvidamos. No sé si tu sueles ir por Torrenueva y si lo haces, con que frecuencia. Yo por mi parte si voy mucho por el allí, y escribo con frecuencia en estas páginas. Y es curioso que tengo una buena memoria para recordar personas, anécdotas, juegos, etc. Así que no te queda más remedio que volver a escribir por este medio sobre lo que tú quieras y yo haré lo mismo para contrastar recuerdos e imágenes de la que formamos parte, pues no en vano somos naturales de ese gran pueblo, TORRENUEVA, que con tanto orgullo paseamos do quiera que vamos. Un saludo. PDCS
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Y cuando llegaba las fiestas venían, además de las citadas barcas, el famoso "trenillo", que se instalaba en la placeta o "plazoleta". Y que las personas que lo montaban se alojaban en casa de Morales, casa que hace esquina la calle Cervantes con la de Gonzalo de Córdoba.
Y volviendo a las barcas hay que ver con qué agilidad y destreza se colgaban de las mismas para frenarlas. Previamente, habían regado el suelo donde se desarrollaban estas escenas, y el personal se había lavado y con un peinecillo se "maqueaban" los cabellos. Al menos así recuerdo yo esas escenas.
Así que querida paisana y quinta mía, compartimos momentos muy agradables de los que, a Dios gracias, parece que no olvidamos. No sé si tu sueles ir por Torrenueva y si lo haces, con que frecuencia. Yo por mi parte si voy mucho por el allí, y escribo con frecuencia en estas páginas. Y es curioso que tengo una buena memoria para recordar personas, anécdotas, juegos, etc. Así que no te queda más remedio que volver a escribir por este medio sobre lo que tú quieras y yo haré lo mismo para contrastar recuerdos e imágenes de la que formamos parte, pues no en vano somos naturales de ese gran pueblo, TORRENUEVA, que con tanto orgullo paseamos do quiera que vamos. Un saludo. PDCS
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