Cuando vinisteis SEñORA de otras tierras, donde habían limpiado vuestro rostro, tus hijos de
TORRENUEVA te esperamos con ansia e ilusión.
Mi corazón se paralizó y me resistía a creer que tu tez morena que tenías antes, como dorada por el sol de nuestra tierra, había dado paso a ese
color desnaturalizado, propio de "muñecas de goma".Mi trato no quiere ser irreverente, sino demostrar mi desconformidad y mi sincera opinión como TORREVEñO, siempre desde una profunda FE hacia ELLA.
Quizás desconozca
... (ver texto completo)