Apreciada “Organización” muchas gracias por vuestra aclaración. Como veis vuelven a haber interferencias en las ondas de radio y supongo que tendremos que reajustar el dial hasta que se vuelva a oír alto y claro. Hay dos maneras de controlar un incendio, una es combatiéndolo y la otra es avivándolo. De una manera u otra acaba extinguiéndose pero lo que no se puede hacer es que unos intenten hacer una cosa y otros otra.
Me alegra saber que estáis todos juntos y espero que en muy poco tiempo volvamos todos a estar como estábamos hace unos pocos meses.
Ya os agradecí personalmente en este foro lo que habéis hecho para que mucha gente nos volviésemos a ver después de más de 30 años. Todo el mundo hizo su esfuerzo para asistir. Alguno tuvo que cruzar el charco, otros tuvieron que modificar sus planes, al que más o el que menos tuvo que hacer un esfuerzo económico ¿y qué paso? Que allí nos juntamos 6 ó 7. Pasamos un día muy especial y espero que podáis volver a repetir la hazaña para que los que no pudieron asistir por algún motivo ahora tengan la oportunidad de hacerlo en la próxima.
A todos los que han escrito con seudónimos: “Por favor escribir con vuestros nombres”. Mi abuelo Maroto me enseñó a ser cobarde, eso sí, dejándole saber a todo el mundo quién era yo.
Me alegra saber que estáis todos juntos y espero que en muy poco tiempo volvamos todos a estar como estábamos hace unos pocos meses.
Ya os agradecí personalmente en este foro lo que habéis hecho para que mucha gente nos volviésemos a ver después de más de 30 años. Todo el mundo hizo su esfuerzo para asistir. Alguno tuvo que cruzar el charco, otros tuvieron que modificar sus planes, al que más o el que menos tuvo que hacer un esfuerzo económico ¿y qué paso? Que allí nos juntamos 6 ó 7. Pasamos un día muy especial y espero que podáis volver a repetir la hazaña para que los que no pudieron asistir por algún motivo ahora tengan la oportunidad de hacerlo en la próxima.
A todos los que han escrito con seudónimos: “Por favor escribir con vuestros nombres”. Mi abuelo Maroto me enseñó a ser cobarde, eso sí, dejándole saber a todo el mundo quién era yo.
Maroto, el cero no se acentúa.