Farnes, tendreis que hacer un trueque: tu le enseñas a hacer los niños y ella que te enseñe a hacer la
tarta, porque la hizo ella.
La verdad es que estaba muy rica. La capa de arriba era toda de fresas. Me reia con ellos porque, como buenos alemanes, solo les faltaba coger el metro para ir midiendo el sitio dónde colocarlas.
Un beso