Mariano te acuerdas cuando íbamos a robarle los melocotones al Corcho a su huerta.
Guada ¡, hay cosas que no se olvidan, que ricos estaban, al final nos comíamos los que estaban picados por los pájaros y por supuesto los más dulces. Siempre pendientes de que no se presentase el corcho por allí. ja ja ja