Yo lo recuerdo mucho en casa, mi madre siempre se lo daba en las rodillas. La pobre mía con todas las calamidades que pasaba para ir para comprar el pan, a un pueblo a siete kilómetros de donde viviamos, ya podía llover, nevar o lo que hiciera se ponía su rodilla de tela en la cabeza y su cesta y salia de marcha.
La pobre mía luego le pasó factura.
Un beso para ella y darla las gracias por sus cuidados.
La pobre mía luego le pasó factura.
Un beso para ella y darla las gracias por sus cuidados.
Rafi, grandes sacrificios hicieron nuestras madres por nosotros, como dices "buena factura les pasó esa vida tan sacrificada" ojalá hubiesen podido disfrutar de las comodidades actuales.
Un beso.
Un beso.
