MINA DIOGENES: Hola Victoria: me alegro de que te hayan gustado las...

Hola Victoria: me alegro de que te hayan gustado las fotos que tengo colgada en esta página, pues ya habrás tenido que buscar para encontrarlas entre tantos ciento de ellas que hay aquí.
Mirara Victoria, como ya sé que te gusta la poesía, afición que comparto; te voy a contar una historia: Siendo yo adolescente, tuve entre mis manos un libro de poesías que se titulaba ALBORADAS, Ramillete de Poesías. De Ezequiel Solana, 1958 más o menos. Total que ese libro jamás volví a saber de él y en mi memoria quedo el nombre de dos de sus poesías. Total que, desde hace 55 años más o menos lo busqué por tierra mar y aire y nada supe de él. Incluso aquí lo referí hace unos meses. Yo soy de El Alcornocal (Córdoba) y ha sido allí donde, alguien que tenía en su poder uno de los poquísimos ejemplares que deben quedar, leyó mi ruego y ha tenido la deferencia de copiarme en la Web de mi pueblo, precisamente esas dos poesías que yo tanto busqué. Una de ellas es esta que hoy copio aquí para el deleite de los amantes de la poesía. La otra la pondré otro día.
Espero que te guste y les guste a todos cuantos la lean.
Un abrazo
LOS HUERFANITOS

Murió una madre, dejando tristes
dos huerfanitos, hijos del alma,
que en sus plegarias, todas las noches,
¡Madre querida! ¡Madre! –exclamaban-

Tú te llevaste nuestra alegría,
nuestro embeleso, nuestra esperanza.
¿Qué hay en la tierra para nosotros
sin tus sonrisas y tus miradas?

Todo está oscuro, todo en silencio,
Madre querida, madre adorada.
Tú te llevaste nuestras venturas,
para dejarnos luto y desgracias

Si de los cielos, donde resides,
ves a tus hijos con penas tantas,
¡Ay madre!... envía pronto un consuelo
con que se enjuguen ya nuestras lágrimas.

Así decían, tristes, los niños
que antes nadaron en la abundancia;
y hoy, harapientos, con hambre y frío
sobre un escaño se acoquinaban.

Y a los silbidos que daba el viento
y a los golpazos de las ventanas,
llenos de miedo, tristes, medrosos
- ¡Madre querida! ¡Madre! - exclamaban.
Un día, cuentan que los dos niños
se levantaron con pena tanta,
que muy resueltos al cementerio,
poquito a poco se encaminaban.

Ya fatigado, dijo el pequeño:
- ¿Cómo podemos ir a buscarla,
cuando ignoramos hasta el sepulcro
tan hondo y frio do está enterrada?-

- ¿Quieres que a casa ya nos volvamos?
- ¿Ves del camino cuanto nos falta?-
Pero a buscarla más decidido,
dijo el primero con arrogancia:

-Sobre mis hombros, muy satisfecho,
te llevaría si es que te cansas,
pero la tumba de nuestra madre
¿cómo sus hijos no han de encontrarla?-

Por fin llegaron y, de rodillas
sobre una losa, ríos de lágrimas
tristes vertían, cuando observaron
que una tormenta se preparaba.

Cubrieron tristes con sus ropitas
aquella losa, por que las aguas
no penetraran hasta su madre…
y se volvieron llorando a casa.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Buenas noches German, jaajjjajajjes muy facil ver tus fotos, pique tu nombre y la verdad que salieron muchas, mire unas pocas sobre todo las de tu pueblo, y sus comentarios, asi pude conecerte una mica jaajja.
Triste la poesia y a la vez una gran realidad, tanto megusto que intente buscarlo en internet, y solo salen sus libros,
Gracias por tus saludos, y con calma mirare tus fotos,
Feliz noche
Un besoooooooooooooooooooooo