Y ahora voy a enfundarme el chándal y a comenzar las actividades habituales. Primero ayudaré a mi hermano Alfredo a bajar del tejado. No sea que tenga un resbalón y se averíe alguna parte importante del cuerpo. Feliz jornada a todos.
Hermanita, la adrenalina la habrás consumido este puente con tanta gente y dándole mimos a tus nietos.
Un beso.
Un beso.