la parada siguiente, como podeis imaginar, fué la más importante, estuvimos como dos horas recorriendo la explanada donde hacemos la romeria, haciendo fotos, recordando anécdotas, cogiendo hongos y bellotas, tomando incluso un pinchito y un trago de vino de la bota de Matapollos, mi apañero y su chache cogieron incluso unas cuantas botellas de cerveza de Calatrava, con más años que yo, en fin fué la parte de la excursión más emotiva.
Vuelta al coche y carretera y manta.
Sigo.
Besos. Graci
Vuelta al coche y carretera y manta.
Sigo.
Besos. Graci