PERICO, siento lo del Getafe ayer en MÁLAGA. Ya sabes lo de la apuesta... ya hablaremos.
Matapollos eres un genial locutor deportivo y ayer la paisana Feli se animó un poco en el tema futbolero.
VINAGRILLA, el Santander tiene que mejorar... ponerle velas.
GRACI DAIMIEL, el Granada necesita velas y cirios, pues como no espabile... malo, malo.
Matapollos eres un genial locutor deportivo y ayer la paisana Feli se animó un poco en el tema futbolero.
VINAGRILLA, el Santander tiene que mejorar... ponerle velas.
GRACI DAIMIEL, el Granada necesita velas y cirios, pues como no espabile... malo, malo.
Jajaja; Apo ¿Tiene que poner velas a los jugadores para que vean la portería y metan gol? ¡Chacho! Igual lo necesitan muchos de los GRANDES. Con los sueldazos que ganan los asesores! ¡Estamos listos! Y la prima y la bolsa nos traen a mal traer...
Jovita, el correo de hoy lo pondré donde se vea bien. ¿qué tal los nietos? Te deseo lo mejor. Un abrazo.
Querido Apolonio: hasta esta noche no he podido deleitarme y emocionarme leyendo tus recuerdos (en tres partes) de Mina Diógenes. Deseo decirte que los he copiado, pegado y guardado para consevarlos como oro en paño.
Especial emoción me ha producido:
... "Tenemos que agradecer su sacrificio y valor, digno de elogio, a todos los hombres y mujeres de nuestro pueblo, que tuvieron que regatear a las épocas de hambre y sortear calamidades durante la postguerra, y que a pesar de la estrechez y austeridad con que les tocó resistir, hicieron de Mina Diógenes un sitio en el que vivir con dignidad.
Penalidades, sacrificios, sinsabores… muchos, innumerables: pero siempre con la serena nobleza y con la altivez envidiable, con que ese obrero hace frente, por temperamento, a las dificultades más arduas..."
Porque entre tanta alegría por nuestro reencuentro puede haber quien pretenda hacernos creer que allí todo eran LUCES: La LUZ más potente era la producida por el amor y el sacrificio de los nuestro, por su capacidad de trabajo y sacrificio.
También había muchas SOMBRAS; pero ya se encargaron nuestros padres de que creciéramos sabiendo distinguir con nitidez cada cosa.
Un fuerte abrazo.
Especial emoción me ha producido:
... "Tenemos que agradecer su sacrificio y valor, digno de elogio, a todos los hombres y mujeres de nuestro pueblo, que tuvieron que regatear a las épocas de hambre y sortear calamidades durante la postguerra, y que a pesar de la estrechez y austeridad con que les tocó resistir, hicieron de Mina Diógenes un sitio en el que vivir con dignidad.
Penalidades, sacrificios, sinsabores… muchos, innumerables: pero siempre con la serena nobleza y con la altivez envidiable, con que ese obrero hace frente, por temperamento, a las dificultades más arduas..."
Porque entre tanta alegría por nuestro reencuentro puede haber quien pretenda hacernos creer que allí todo eran LUCES: La LUZ más potente era la producida por el amor y el sacrificio de los nuestro, por su capacidad de trabajo y sacrificio.
También había muchas SOMBRAS; pero ya se encargaron nuestros padres de que creciéramos sabiendo distinguir con nitidez cada cosa.
Un fuerte abrazo.