como no hay nadie por el pueblo en estos momentos, me he puesto bien de escribir.
Ahora os dejo la vivencia del otro día:
Impacientemente, esperaba el momento de llegar a la puerta de la verja. Hice un esfuerzo por detener el tiempo presente y centrarme en los recuerdos y no me costó casi nada. En un momento, veo la casa de Gregorio, con la furgoneta en la puerta y algunas mujeres entrando y saliendo con el cesto de la compra. El perro tumbado en la puerta, levanta la cabeza levemente y observa a los viandantes como van de un lado a otro. El famoso perro, a veces, se levanta y gruñe cuando el camión de la mina que lleva Urbano, pasa cerca de sus narices…vuelve a su morada.
En la parte izquierda miro y se me aparece el economato…en la puerta de al lado, unos chavalejos jugando con la pelota (serían hijos de Rafalillo) y Luisito con la bici que parecía Bahamonte, recorre toda la calle. Se me olvidó decir, que del cuartel, salían dos guardias civiles que iban a hacer la ronda por el pueblo.
¡qué tiempos!,..- ahí viene la Rivilla, sube la cuesta del peñoncillo que no puede con su alma, pero al fin llega y como siempre para en su lugar de espera…
¿qué a quién pude ver más?, pues os diré que en mi recuerdo, a mucha gente de los que vivían en la entrada…mi primo Roge me habla y me dice, ahí viene Robustiano (vuelvo al presente y dejo mi recuerdo para otro momento).
Ha merecido la pena.
Adios y Viva el Málaga aún con los 7.
Ahora os dejo la vivencia del otro día:
Impacientemente, esperaba el momento de llegar a la puerta de la verja. Hice un esfuerzo por detener el tiempo presente y centrarme en los recuerdos y no me costó casi nada. En un momento, veo la casa de Gregorio, con la furgoneta en la puerta y algunas mujeres entrando y saliendo con el cesto de la compra. El perro tumbado en la puerta, levanta la cabeza levemente y observa a los viandantes como van de un lado a otro. El famoso perro, a veces, se levanta y gruñe cuando el camión de la mina que lleva Urbano, pasa cerca de sus narices…vuelve a su morada.
En la parte izquierda miro y se me aparece el economato…en la puerta de al lado, unos chavalejos jugando con la pelota (serían hijos de Rafalillo) y Luisito con la bici que parecía Bahamonte, recorre toda la calle. Se me olvidó decir, que del cuartel, salían dos guardias civiles que iban a hacer la ronda por el pueblo.
¡qué tiempos!,..- ahí viene la Rivilla, sube la cuesta del peñoncillo que no puede con su alma, pero al fin llega y como siempre para en su lugar de espera…
¿qué a quién pude ver más?, pues os diré que en mi recuerdo, a mucha gente de los que vivían en la entrada…mi primo Roge me habla y me dice, ahí viene Robustiano (vuelvo al presente y dejo mi recuerdo para otro momento).
Ha merecido la pena.
Adios y Viva el Málaga aún con los 7.
Apolonio, ¡cuánto me gustan tus relatos! cuando los estoy leyendo no solo leo lo que escribes, siento esas vivencias en esos momentos, todo lo que nos narras realmente lo hemos vivido tantos años que con dejar la imaginación volar lo volvemos a vivir ¡y que gratos recuerdos!.
Besos.
Besos.