Me encontraba esta mañana
haciendo limpieza gorda,
que no tiene que ver
con escribir una troba.
De pronto me topé
con una pelea sangrienta
que no parece ser cosa
de gente buena y honesta.
Por un lado un tal Perico
chico bueno y cariñoso
que no quiere compartir
su encina número cinco.
Por otro lado el Francés,
la experiencia y buen hacer
del gran hombre que és,
pero que como es "francés",
pues no se entera muy bien.
Más parece la situación
de guarderia función,
todo el que es ya "mayor"
partido habrá de tomar,
y al que no quiera apoyar
¡que penita le dará!.
Tendremos todos que ser
jueces de esta disputa,
pues amenaza llegar
a ser guerra disoluta.
Digo yo, si es buen remedio,
ensanchar más el corrillo,
y seguir "todos" amiguitos
en la encina número cinco.
haciendo limpieza gorda,
que no tiene que ver
con escribir una troba.
De pronto me topé
con una pelea sangrienta
que no parece ser cosa
de gente buena y honesta.
Por un lado un tal Perico
chico bueno y cariñoso
que no quiere compartir
su encina número cinco.
Por otro lado el Francés,
la experiencia y buen hacer
del gran hombre que és,
pero que como es "francés",
pues no se entera muy bien.
Más parece la situación
de guarderia función,
todo el que es ya "mayor"
partido habrá de tomar,
y al que no quiera apoyar
¡que penita le dará!.
Tendremos todos que ser
jueces de esta disputa,
pues amenaza llegar
a ser guerra disoluta.
Digo yo, si es buen remedio,
ensanchar más el corrillo,
y seguir "todos" amiguitos
en la encina número cinco.
Que sí Graci, que está muy requetebien y lo que más me gusta (entre otras cosas) es eso de "limpieza gorda" y guerra disoluta.
Me quedo con la última estrofa:
"Digo yo, si es buen remedio,
ensanchar más el corrillo,
y seguir "todos" amiguitos
en la encina número cinco".
Y ahora os dejo; tengo que comer y preparar una cosilla para las seis.
Esta noche leeré vuestros mensajes.
Que no llegue la sangre al río...
Me quedo con la última estrofa:
"Digo yo, si es buen remedio,
ensanchar más el corrillo,
y seguir "todos" amiguitos
en la encina número cinco".
Y ahora os dejo; tengo que comer y preparar una cosilla para las seis.
Esta noche leeré vuestros mensajes.
Que no llegue la sangre al río...