Anda muchacha, déjate de rondas que a estas horas hace frío por las calles y luego dices que te acatarras.
Hola Antonio, se te echaba de menos, no estudies tanto, que ya sabes lo que le pasó al Quijote.
Abrazos.
Abrazos.
Hola Feli, no me echarás tanto de menos cuando te escaqueas para no darme rosquillos y bartulillos.
Te he invitado mañana a comer hornazo.
Anda ya, esta vez no me engañas, seguro estoy que si me presento allí y cuando llegue me dices que he llegado tarde y que creías que no iba y ya te lo habrás comido con tal de no darme.
Que te lo guardo una semana, si no vienes ya me lo comeré yo remojado en el café con leche.