Y ya si que lo dejo. Que me reclaman la aguja y el dedal. Después leeré un ratito y a buscar mis lunares, que con tanta lluvia igual se han escondido debajo de una col y, como a Garbancito (esa es otra historia, Mayte), se los ha podido tragar un buey y no me voy a poner a gritar ¡Lunaritos, ¿dónde estáis?! ¡Qué barbaridad! Yo me lo pregunto y me lo contesto solita: yo me lo guiso, yo me lo como.
Qué tengáis dulces sueños y un feliz descanso. Buenas noches y buena suerte.
Qué tengáis dulces sueños y un feliz descanso. Buenas noches y buena suerte.
buenos dias ¡jovita es que yo a garbancito lo conozco poco, tengo entendido que emigro a la patagonia y desde entonces no ha vuelto ¡quien sabe que estará haciendo allí ¡.
Por lo que, y en vista que el asunto del embarazo no parece dar mucho de sí, hoy te voy a contar la historia de cenicienta, ceni para los amigos.
Que ya sabeis vosotros, ella tan buena y tan mártir, pero ¡quia ¡lo único que buscaba era cazar al príncipe, que al fin y al cabo era un buen partido y ella sabía que iba a vivir con él como una reinona y no iba a tener que trabajar nunca más. Así que para darle un poco de penita le dijo que sus hermanastras y su madrastra eran maliiiiiiiisimas y que la obligaban a hacer todas las faenas de la casa, cuando lo cierto es que la ceni y sus hermanastras se pasaban la vida de discoteca en discoteca y gin-tonic viene y gin-tonic va.
Y hasta se cuenta que la ceni era una harpía de mucho cuidado y arratró de los pelos a la bella durmiente y a blancanieves, porque le dió mucha rabia que ellas pescaran principe primero y el suyo no se arrancaba. ¡imaginate ¡tuvo que dejar un zapato en una escalera y volver descalza a casa, que cuando llegó tenía el pie para hacer callos a la madrileña con él. Y todo para que el príncipe lo encontrara y le picara la curiosidad y fuera de casa en casa. Ella lo tenía todo estudiado, esperaba en su casa pálida, ojerosa y cubierta de ceniza de la chimenea.
Y el pobre príncipe que además de todo era hombre, se lo creyó y se casó con ella. y ahí lo tienes ahora, limpiando el palacio, haciendo la comida a los niños y llevándolos al cole.
y la ceni sigue como siempre de discoteca en discoteca con las hermanastras viviendo la noche. ¡una penita ¡.
ya, ya... comprendedlo es que trabajo mucho y a esta hora devarío un poquitín.
besos
Por lo que, y en vista que el asunto del embarazo no parece dar mucho de sí, hoy te voy a contar la historia de cenicienta, ceni para los amigos.
Que ya sabeis vosotros, ella tan buena y tan mártir, pero ¡quia ¡lo único que buscaba era cazar al príncipe, que al fin y al cabo era un buen partido y ella sabía que iba a vivir con él como una reinona y no iba a tener que trabajar nunca más. Así que para darle un poco de penita le dijo que sus hermanastras y su madrastra eran maliiiiiiiisimas y que la obligaban a hacer todas las faenas de la casa, cuando lo cierto es que la ceni y sus hermanastras se pasaban la vida de discoteca en discoteca y gin-tonic viene y gin-tonic va.
Y hasta se cuenta que la ceni era una harpía de mucho cuidado y arratró de los pelos a la bella durmiente y a blancanieves, porque le dió mucha rabia que ellas pescaran principe primero y el suyo no se arrancaba. ¡imaginate ¡tuvo que dejar un zapato en una escalera y volver descalza a casa, que cuando llegó tenía el pie para hacer callos a la madrileña con él. Y todo para que el príncipe lo encontrara y le picara la curiosidad y fuera de casa en casa. Ella lo tenía todo estudiado, esperaba en su casa pálida, ojerosa y cubierta de ceniza de la chimenea.
Y el pobre príncipe que además de todo era hombre, se lo creyó y se casó con ella. y ahí lo tienes ahora, limpiando el palacio, haciendo la comida a los niños y llevándolos al cole.
y la ceni sigue como siempre de discoteca en discoteca con las hermanastras viviendo la noche. ¡una penita ¡.
ya, ya... comprendedlo es que trabajo mucho y a esta hora devarío un poquitín.
besos
Mayte, garbancito era un niño muy pequeño. Un día le mandó su mamá a comprar una botella de ron y cuando iba por el camino cantaba:
pachín, pachín, pachín
a garbancito no piseis
pachín, pachín, pachón
mucho cuidado con lo que haceis
Cantaba tan mal, como la Vinagrilla, que empezó a llover y garbancito que era un poco ligero de cascos se metio en un sexy boom. Con tan mala suerte que al quererse sentar en una banqueta dio un impulso tan grande que cayo dentro del vaso de Margarita. Claro está la chica de un trago, creyendo que era una trozo de hielo, se lo bebio.
Los papás preocupados empezaron a llamarle: ¡garbancito, ¿dónde estas? y garbancito contestaba: en la barriguita de Margarita, donde no llueve y te lo pasas pipa. Le tuvieron que dar Margarita unas cucharaditas de aceite de ricino para que lo vomitara y todos se marcharon felices y contentos a su casa.
Colorín, colorado, este cuento se ha acabado.
pachín, pachín, pachín
a garbancito no piseis
pachín, pachín, pachón
mucho cuidado con lo que haceis
Cantaba tan mal, como la Vinagrilla, que empezó a llover y garbancito que era un poco ligero de cascos se metio en un sexy boom. Con tan mala suerte que al quererse sentar en una banqueta dio un impulso tan grande que cayo dentro del vaso de Margarita. Claro está la chica de un trago, creyendo que era una trozo de hielo, se lo bebio.
Los papás preocupados empezaron a llamarle: ¡garbancito, ¿dónde estas? y garbancito contestaba: en la barriguita de Margarita, donde no llueve y te lo pasas pipa. Le tuvieron que dar Margarita unas cucharaditas de aceite de ricino para que lo vomitara y todos se marcharon felices y contentos a su casa.
Colorín, colorado, este cuento se ha acabado.
Hola Rafi, tras la expulsión de la barriguita de Margarita, por efecto del acite de ricino, Garbancito quiso ligársela, pero la Ceny, que era muy engreída, le contestó de forma altanero y despectiva que se buscara a otra de su estatura. Creo que el pobre se traumatizó (no sería tan inteligente) y tuvo que ser sometido a una terapia de grupo.
¡Anda que no tenéis imaginación recién levantadas!
¡Anda que no tenéis imaginación recién levantadas!