No juzgueis el sentido gramatical, juzgar el valor humano.
Pongo esta por ser el día de los enamorados y saber que mi suegro vivió un amor muy porfundo.
Que tarde tan hermosa, la tarde que te conocí,
estuvimos paseando, y me enamoré de ti,
me mirabas atentamente, y yo fijo en ti,
te pregunté que me dices al fin,
contestaste que a mi me pasa lo mismo,
me estoy enamorándo de ti,
te cogí de la mano un beso fuerte te di,
hablamos de varias cosas, hasta del porvenir,
dos años pasaron hasta que nos casamos por fin.
Cuanto te he querido, cuanto me has querido a mí,
Treinta y dos años tan felices no parecía tener fin,
Seis hijos me has dejado, se han multiplicado en si,
diez nietos tan preciosos, se acuerdan mucho de ti.
Yo nunca me he olvidado, nunca te olvidaré,
Cuanto te he llorado, cuanto te lloraré.
Estamos muy unidos, igual que cuando vivías tú,
todos nos vamos al campo, como deseabas tú,
allí te recordamos, hablando siempre de ti,
tus hijas te nombran mucho, tú siempre estas allí.
Te recuerdo a todas horas, no te puedo olvidar.
Cuanto te he querido, cuanta felicidad,
en mis brazos quedaste muerta,
nunca se me olvidará, nos fundimos en un abrazo,
en un abrazo para la eternidad.
F. Sánchez Benítez.
Pongo esta por ser el día de los enamorados y saber que mi suegro vivió un amor muy porfundo.
Que tarde tan hermosa, la tarde que te conocí,
estuvimos paseando, y me enamoré de ti,
me mirabas atentamente, y yo fijo en ti,
te pregunté que me dices al fin,
contestaste que a mi me pasa lo mismo,
me estoy enamorándo de ti,
te cogí de la mano un beso fuerte te di,
hablamos de varias cosas, hasta del porvenir,
dos años pasaron hasta que nos casamos por fin.
Cuanto te he querido, cuanto me has querido a mí,
Treinta y dos años tan felices no parecía tener fin,
Seis hijos me has dejado, se han multiplicado en si,
diez nietos tan preciosos, se acuerdan mucho de ti.
Yo nunca me he olvidado, nunca te olvidaré,
Cuanto te he llorado, cuanto te lloraré.
Estamos muy unidos, igual que cuando vivías tú,
todos nos vamos al campo, como deseabas tú,
allí te recordamos, hablando siempre de ti,
tus hijas te nombran mucho, tú siempre estas allí.
Te recuerdo a todas horas, no te puedo olvidar.
Cuanto te he querido, cuanta felicidad,
en mis brazos quedaste muerta,
nunca se me olvidará, nos fundimos en un abrazo,
en un abrazo para la eternidad.
F. Sánchez Benítez.