Jovita, las visitas al hospital solamente son agradables cuando vas ha ver a la madre y a la criatura que acaba de nacer, el resto siempre són por alguna enfermedad, pero hay que cumplir y dar ánimos a los enfermos.
Ya lo dije en alguna ocasión, el traumatólogo que tenía asignado mi madre en la última intervención, la decia: enfermo que rie, enfermo que sana.
Mi madre reia mucho porque estaba rodeada de todos sus hijos y al final sanó, con sus limitaciones claro, (85 años, siete ú ocho intervenciones quirúrgicas y sin el hueso de la cadera), y se maneja ella, con muletas, pero anda.
Pertenecen a una generación mucho más dura que la nuestra.
Besos.
Ya lo dije en alguna ocasión, el traumatólogo que tenía asignado mi madre en la última intervención, la decia: enfermo que rie, enfermo que sana.
Mi madre reia mucho porque estaba rodeada de todos sus hijos y al final sanó, con sus limitaciones claro, (85 años, siete ú ocho intervenciones quirúrgicas y sin el hueso de la cadera), y se maneja ella, con muletas, pero anda.
Pertenecen a una generación mucho más dura que la nuestra.
Besos.
