Tere, creo que ese perro era de Rafael Cañas. Si es el que creo, se llamaba Tarzán y estaba casi siempre entre la
puerta trasera de mi
casa y la de Serafín. Yo recuerdo que siempre le echábamos los huesos y algo de
comida y por eso siempre andaba por allí, pues Cañas tenía bastantes perros y si se quedaba por su casa tenía que competir por la comida.