Esto es lo grande del foro, de los encuentros de paisanos/as y de llevar adelante el Diógenes Revive. Lo grande y profundo es sentirnos unidos en los momentos tristes y con problemas. La fiesta es buena, pero no olvidemos ayudar, animar y sentirnos lo más cercano a nuestros paisanos cuando lo necesitan.
Así eran nuestros padres cuando vivían en el pueblo de Mina Diógenes. Ante cualquier situación de problemas, los vecinos, amigos y parientes salían en su ayuda intentando arreglar lo que fuera.-
Nuestros padres en Diógenes se sentían unidos, parecían que allí nadie estaba solo y así lo demostraban. Recuerdo en épocas malas de comida, como los cazadores regalaban (perdices, conejos, o carne de jabalí) a los vecinos o amigos para llevar para adelante la casa llena de hijos y necesidades. Los pescadores algunos peces regalaban para una buena frita. Y no hablemos de las enfermedades... ahí si que eran una piña.
¡qué le ha pasado algo a tal vecina! o ¡el hijo/a de... le ha ocurrido esto muy grave! o ¡que a tal minero le ha pasado algo!, allí iban todos a preguntar y prestarse sin interés a lo que hiciera falta... las lágrimas eran sinceras y el pueblo estaba triste de verdad. Así lo recuerdo yo y todos si hacemos memoria. Ocurrieron en el pueblo varias desgracias que hicieron temblar el alma y el corazón de los diogeneros. (no los nombro por respeto a sus más íntimos), pero no lo olvidaremos.
Bueno paisanos, mañana estaremos más alegres y celebraremos la nochebuena junto a los nuestros, sin olvidar a los que ya no están.
Un abrazo fuerte a todos.
Así eran nuestros padres cuando vivían en el pueblo de Mina Diógenes. Ante cualquier situación de problemas, los vecinos, amigos y parientes salían en su ayuda intentando arreglar lo que fuera.-
Nuestros padres en Diógenes se sentían unidos, parecían que allí nadie estaba solo y así lo demostraban. Recuerdo en épocas malas de comida, como los cazadores regalaban (perdices, conejos, o carne de jabalí) a los vecinos o amigos para llevar para adelante la casa llena de hijos y necesidades. Los pescadores algunos peces regalaban para una buena frita. Y no hablemos de las enfermedades... ahí si que eran una piña.
¡qué le ha pasado algo a tal vecina! o ¡el hijo/a de... le ha ocurrido esto muy grave! o ¡que a tal minero le ha pasado algo!, allí iban todos a preguntar y prestarse sin interés a lo que hiciera falta... las lágrimas eran sinceras y el pueblo estaba triste de verdad. Así lo recuerdo yo y todos si hacemos memoria. Ocurrieron en el pueblo varias desgracias que hicieron temblar el alma y el corazón de los diogeneros. (no los nombro por respeto a sus más íntimos), pero no lo olvidaremos.
Bueno paisanos, mañana estaremos más alegres y celebraremos la nochebuena junto a los nuestros, sin olvidar a los que ya no están.
Un abrazo fuerte a todos.