OFERTA LUZ: 5 Cts/kWh

MINA DIOGENES: Hola Apolonio, precioso relato y la de recuerdos que...

Buenos días paisanos y paisanas de Diógenes. Hoy viernes, inicio del fin de semana. A descansar y a disfrutar de los amigos y familiares. Hoy amanece claro y azul en Málaga y la temperatura a 14º. Hoy en el santoral San Juan de Capistrano... religioso italiano del siglo XV.
Os mando la foto de un carnet de socio del casino, y os recuerdo que para todos los diogeneros el Casino de Abajo, fue nuestro centro de reunión, lugar de tertulias, fiestas y partidas... ¿os acordáis de los bingos que se hacían dentro del casino? todos mirando los cartones y atentos al cantaor de los números (solían ser Rafalillo, Loren, Jesús el eléctrico, Merillo, Diego Franco, y algunos más.). De vez encuando el más cercano a la ventana nos daba la broma diciendo ¡que no entren!... el 55 (la guardia civil)... y la gente le abucheaba con gestos y algún improperio. Los cantaores eran de lo más originales, ya que se inventaban para muchos números palabras o frases graciosas. Así decía Rafalillo... el único remedio pa los calvos el 1, el abuelo el 90, el que retuerce y no es carcelero el 14, a comer las 12, la paga de julio el 18, nochebuena 24, los tontos 28, las banderitas de Italia 77, el palo y el bombo el 10, los dos patitos el 22, el ojo del caballo el 10,... y más y más.
Al cantar bingo, todos...-me faltaba uno, el otro decía media hora sin poner, este lleva sin salir cuatro manos y etc, etc.
Así de esta manera pasabamos una tarde larga y amistosa, rodeados de amigos y vecinos. Las preocupaciones y problemilas, se solucionaban luego en casa.
A la hora de marcharse, a pagar tus cervecillas Calatrava o Aguila, y el conserje (Mere en este caso) contento por el buen rato que habíamos echao.
A mi me gusta recordarlo y cuando juego al bingo familiar con amigos y familia, siempre los recuerd con cariño y hasta canto los números como ellos... erán geniales y mágicos.
Un abrazo a todos y todas, y especialmente a J. Serrano dueño del carnet.

Hola Apolonio, precioso relato y la de recuerdos que nos trae. Aunque yo no participé nunca en los bingos, si que me acuerdo de la forma en que la gente los cantaba.