Fin de la jornada, vuelta al pueblo (foto antigua), MINA DIOGENES

Benicio, Antonio del Hoyo, Antonio el Chivo, Jose Serrano y el del centro mi padre, Peloncho.
Después de la cena, llega la hora de preparar los aposentos.
B+a.
Bonita y sentida poesía, Apolonio.
Un abrazo.
Apolonio, bonito poema y muy real, nosotros bien hemos vivido la vida dura del minero.
¿Como sigue tu madre?.
Un beso.
Muy bonito APO, espero que hayas dejado bien la familia.
Un beso
Como siempre, precioso el poema.
Es igual de quién sea, tenemos y hemos tenido grandes poetas, enemigos de los que mandan, por su sabiduría, y capacidad de convicción.
B+a.