Hola Pepi.
La obra avanza a buen ritmo, aunque al principio ves crecer la casa muy rápido, y luego cuando se ponen con los remates parece que no adelantan.
Por supuesto que siempre tendréis un sitio en nuestra casa. Los diogeneros os lo ganásteis al mismo tiempo que lo hicísteis en nuestro corazón.
Me he bañado mucho en casi todos los sitios: en los arroyos, en los pilares, en la Laguna de la Alberquilla (cuando tenía agua) y sobre todo en el pantano, cuando se podía. Y además he navegado de niño
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¡Vaya Marce!, ya comprendo de donde te viene el oficio de surcar los mares, por algo había que empezar, la verdad es que, disfrutarías como Popeye el marino, navegando por el
pantano en aquellas lanchas fuera borda, siempre las mirabamos con envidia los dias que nos pillaban bañandonos, aún recuerdo una de
color blanco y azul, que para nosotros era como ver el Titánic, y el oleaje que hacian al ir por el
agua a toda maquina, y las olas llegaban a la orilla con fuerza, allí por las colas del Chalét
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