Buenos días Pepe, yo me enganché a la pesca en Diógenes y sigo enganchado, aunque como tú bién dices entre furtivos, cormoranes y gente desaprensiva, cada día hay menos truchas, pero yo en el campo soy feliz, abrazos
Buenos días Miguel. A mí la
naturaleza también me proporciona mucha paz y tranquilidad. Por eso precisamente me quedé en esta comarca cántabra. Vine para probar un año y ya son cuarenta y tres por aquí. Picos de Europa, cordillera
Cantábria,
ríos,
montes..... me cautivaron y he dejado en ellos los cartílagos de caderas y rodillas, pero todo lo he dado por bueno porque he disfrutado a tope de lo que me gustaba. Un abrazo