Al cruzar la serpenteante cordillera,
En viaje al pueblo que me vio nacer,
Cosas tan hondas mi sentir encierra,
Se desparraman ebrias por doquier.
El auto ronca y marcha presuroso
Fuera de la rutina y la ciudad
Cada valle se extiende majestuoso
Mientras vibra y renace mi ansiedad.
¡Cómo mi alma se embriaga en ese verde
Que acompasa la prisa del llegar!
Mi sueño es como un agua que se pierde,
Por los caminos de cualquier lugar.
Recién llego a los lindes de mi pueblo,
La carretera empieza a juguetear,
Y a fuerza de encurvar cada recuerdo,
Los árboles me silban al pasar.
Al fin llego a la cuesta del puente
El río quejigares se viene tras de mí,
Lo siento arar su cauce: escurridizo,
Cantando entre las piedras, ¡vuelve ahí!
Cruzando la carretera vi una casa,
Donde enhebró mi infancia algún girón,
Y al llegar a la esquina de la plaza,
Libera correntina una ilusión.
El bar de piculino Qué de gente!
¡Igual está la tienda de la felicia
Y en el poste, un cartel sobresaliente,
Anuncia las funciones de cine
A la Calle del rosario estoy llegando,
Aviso a la poli que esta en el balcon
La tarde ya se ha ido retirando,
Me apeo frente ala tienda de paulinillo
Las casas de mi barrio aún forman grupos,
Que arrinconan las calles estrechadas.
Por eso es que se ven siempre tan juntas,
Los caminos, el puente, la loma el juego de bolos
Que recuerdos me traen .
Farero.
En viaje al pueblo que me vio nacer,
Cosas tan hondas mi sentir encierra,
Se desparraman ebrias por doquier.
El auto ronca y marcha presuroso
Fuera de la rutina y la ciudad
Cada valle se extiende majestuoso
Mientras vibra y renace mi ansiedad.
¡Cómo mi alma se embriaga en ese verde
Que acompasa la prisa del llegar!
Mi sueño es como un agua que se pierde,
Por los caminos de cualquier lugar.
Recién llego a los lindes de mi pueblo,
La carretera empieza a juguetear,
Y a fuerza de encurvar cada recuerdo,
Los árboles me silban al pasar.
Al fin llego a la cuesta del puente
El río quejigares se viene tras de mí,
Lo siento arar su cauce: escurridizo,
Cantando entre las piedras, ¡vuelve ahí!
Cruzando la carretera vi una casa,
Donde enhebró mi infancia algún girón,
Y al llegar a la esquina de la plaza,
Libera correntina una ilusión.
El bar de piculino Qué de gente!
¡Igual está la tienda de la felicia
Y en el poste, un cartel sobresaliente,
Anuncia las funciones de cine
A la Calle del rosario estoy llegando,
Aviso a la poli que esta en el balcon
La tarde ya se ha ido retirando,
Me apeo frente ala tienda de paulinillo
Las casas de mi barrio aún forman grupos,
Que arrinconan las calles estrechadas.
Por eso es que se ven siempre tan juntas,
Los caminos, el puente, la loma el juego de bolos
Que recuerdos me traen .
Farero.