Monumento a Cervantes en una isleta ajardinada en la atípica
plaza del mismo nombre (Al fondo a la izquierda, la Delegación del Gobierno). Esta
escultura del local Felipe García Coronado es una de las más veteranas de todas las existentes en
Ciudad Real, inaugurado en abril de 1927. García Coronado fallecio muy
joven, con apenas 35, pero vivió un intenso acercamiento
artístico a la figura de Miguel de Cervantes y El Quijote; su triunfo en el concurso convocado para elegir al autor de esta escultura fue recibido con júbilo en la población; pero el proyecto se hizo esperar por falta de dinero y medio pese a que el
escultor tenía prácticamanete acabado los trabajos. Y sucedió que el General Primo de Rivera, pulsado por un insistente general Aguilera, donó para el proyecto el bronce de un cañón empleado en una campaña
militar de África.